El poeta Fernando Sánchez Mayo me hace una entrevista para su blog Paraninfo poético. Puede leerse aquí.
miércoles, 26 de diciembre de 2012
martes, 11 de diciembre de 2012
Madison Avenue
Muestro aquí la página de la revista Litoral en la que aparece un poema de mi primer libro Amanecer en Pennsylvania (2001), el titulado "Madison Avenue" ahora que se acerca la temible Navidad.
lunes, 3 de diciembre de 2012
Celia o el viaje del mundo
Presentamos el magnífico poema “Celia o El viaje del mundo” de Fernando Valverde (Granada, 1980), poema ganador del Premio del Tren Antonio Machado 2012, convocado por la Fundación de Ferrocarriles españoles.
Celia
o el viaje del mundo
A Celia, nacida hoy
No
conoces la lluvia ni los árboles,
pero
ya eres un bosque.
Hoy
que comienza el mundo para ti,
que se
pueblan tus ojos con el mar,
que
todos te reciben como en una estación
donde
se espera siempre,
que es
principio y asombro,
mapas
que no aseguran un lugar donde ir.
Hoy
que el mundo comienza,
tristeza
inadvertida,
eres
el tiempo limpio,
el
olor a madera y el silencio,
las
preguntas sin sombras
y el
amor sin orgullo
del
que ha perdido todo.
Es esa
mi certeza,
las
olas, el océano,
tu
risa que es un pájaro.
Has
traído el murmullo de un recuerdo,
los
pies pequeños, como pequeño
es el
rastro de nieve que has dejado
en las
horas de enero.
Cómo
será la vida cuando crezca en tus manos
con la
fragilidad de las buenas noticias,
como
un pez que se escurre para volver al río.
Una
tarde cualquiera,
con la
misma sorpresa que un amor,
vas a
sentir la brisa que ha tocado los árboles
con su
cansancio antiguo.
Hay
veces que es rugosa y escuece como un fósforo
cuando
enciende un recuerdo…
Tus
manos brillan,
no hay
sombras ni puñales,
puedo
ver los cometas
arañando
la noche
como
un barco que zarpa y se adentra en la niebla.
La
vida es una casa donde habita un extraño,
un
jardín del pasado al que no volverás,
una
orilla que buscas con miedo a los fantasmas.
Pero
también la vida
es una
luz detrás de una ventana
cuando
la oscuridad
ocupa
cada hueco y cada continente.
Esta
noche es oscura,
el
tren busca unos brazos
que
están al otro lado de las horas.
Mientras,
pienso en el modo de decirte
que
los sueños son parte de nosotros
como
un embarcadero es un viaje.
Porque
ya eres un bosque,
y hay
delfines, y lagos, y montañas,
y amores
imposibles
que se
llamarán Celia.
Alguien
dice tu nombre en el futuro
y se
llena de gente una casa vacía,
todos
se sientan a la mesa.
Ya lo
habrás olvidado,
fue la
felicidad quien sembró este dolor,
fue la
felicidad igual que una tormenta
sobre
un vaso vacío.
Cuando
lleguen el miedo y la desesperanza,
y
todas las cerezas hayan caído al barro,
y las
gaviotas griten
el
olvido imposible de una mujer herida
que
siente que avanzar es quedarse más sola…
Si
todo esto sucede
recuerda
la manera en que la lluvia
se
convierte en un árbol
y el
modo en que las olas
son el
final del agua y el principio del mar.
No
conoces el mar, ni el barro, ni los árboles,
pero
ya eres un bosque por el que pasa un río.
(c) Fernando Valverde y Fundación de Ferrocarriles
Españoles
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